Comienza mi aventura.

He visto que todos mis compañeros de clase se han ido de viaje, y sé que se lo están pasando muy bien, me entró la envidia así que decidí usar mi transchronion para iniciar yo también un viaje. Soy una persona bastante entusiasta por las historias que leo actualmente de antiguos escritores, así que, qué mejor idea que ir a ver alguna personalmente? He marchado esta mañana, soy muy dada a marearme cuando viajo, así que, imaginaros lo que he pasado en mi camino hasta Grecia! Nada más llegar, me di cuenta de que no iba a pasar muy desapercibida con los pantalones vaqueros que llevaba, así que me puse a buscar la manera de cambiarme. Me puse a caminar por los estrabagantes callejones cuando me encontré con una casita curiosa. Llamaba la atención entre las demás, era pequeñita, muy pequeñita, y en la puerta había una mujer que parecía preocuparle algo. Me acerqué a preguntarle qué le ocurría, y me dijo que tenía que asistir al teatro, que su marido escribiera una obra y ella tenía que ir. Resulta que estaba a punto de empezar pero ella no podía irse de casa porque tenía que quedarse cuidando de su exclava, que estaba enferma. Lo vi una oportunidad para poder alojarme en algún sitio, enseguida le ofrecí quedarme yo en su lugar, a cambio de que ella me acogiera durante mi estancia en Grecia. Me puse a hablar con su exclava, que se llamaba Ariadne, pero mi sorpresa fue cuando me contó que estaba en la casa de Eurípides! No me podía creer que hubiera llegado allí sin nisiquiera pretenderlo. Ansiosa esperé su regreso a casa. Cuando llegó, creo que se asustó un poco con mi inesperada presencia en su casa. Nada más entrar por la puerta le empecé a hacer preguntas sin parar, por lo que me mandó tranquilizarme. Su mujer, Melito, con la que había estado hablando antes, me dijo que había sido un día muy agitado, que había que cenar, e irse a dormir pronto. Así que, estoy para irme a dormir, ansiosa de que llegue mañana para poder saberlo todo sobre quien yo tanto admiraba, Eurípides.